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Yo soy Simón. Cuando eres tú mismo, eres suficiente

Con el paso de los años, el tema de la homosexualidad se ha ido normalizando gracias a la lucha de muchas personas que, junto a la búsqueda de derechos y oportunidades, se han esforzado en demostrar que no importan las preferencias sexuales de alguien pues su valor como persona se define por sus acciones y el impacto que puedan tener en sus seres queridos.


Por esto es que, en pleno siglo XXI, cualquiera podría creer que “salir del clóset” ya no es un tema tabú porque la mentalidad de la sociedad ha cambiado en muchos ámbitos y los jóvenes tienen cada vez más apoyo por parte de sus familiares y amigos, de hecho, los prejuicios hacia los gais, si bien no se han erradicado al 100%, si han disminuido en una cantidad considerable de modo que la calidad de vida de todos sea equitativa no importando géneros, razas ni preferencias.


Sin embargo, los prejuicios que tenemos hacia nosotros mismos son mucho más fuertes que cualquiera implantado por nuestro entorno cercano, sobre todo cuando se es adolescente, es muy común estar constantemente con dudas respecto a nuestro verdadero yo y lo que venimos a buscar en esta vida, por lo que, aunque el estigma de la sexualidad ya no esté tan marcado como antes, sigue existiendo una duda sobre que tan bien o mal está el simplemente ser como queremos ser.


Yo soy Simón, es una cinta que, si bien no pierde el estilo de una comedia adolescente, toca un tema muy importante que muchos aún no logran comprender, el autodescubrimiento es un trabajo que nunca termina y, sobre todo, que no deja de traer sorpresas y miedos que, aunque parezcan no tener fundamentos, pueden jugarnos malas pasadas cuando no estamos rodeados de un entorno comprensivo y dispuesto a ayudarnos ante cualquier percance que se nos atraviese, además, esta película demuestra que la única opinión que importa sobre nosotros es la propia.




Por: Jessica Castro

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