No importa qué nivel de relación tengas con alguien, desde la amistad hasta el amor, la interacción con los otros siempre resultan ser un proceso complejo que requiere la implicación de ambas partes para que pueda funcionar y evolucionar, por decir algo, sin embargo, y aunque nos preceden cientos de años de estudio sobre el tema del amor, este sigue siendo difícil de tocar e imposible de comprender.
Y no solo eso, con la implicación de las nuevas tecnologías para poder acercarnos a los demás se ha abierto un debate sobre qué tan buena o mala resulta esta nueva modalidad de mantener contacto con otros, ya que, de acuerdo a una buena parte de la población, esta automatización, lejos de acercarnos al otro, nos aleja cada vez un poco más y vuelve aún más complejo el proceso de enamoramiento entre dos personas.
El director Spike Jonze plantea de una forma interesante este tema que ha dado muchas vueltas al mundo y que día con día nos brinda nuevas modalidades y tecnologías más avanzadas que, por una parte, nos simplifican la vida, pero por otra, nos hace más distantes de nuestro entorno y nos envuelve en un ensimismamiento que va en aumento.
Ella, cinta del 2013 protagonizada por Joaquin Phoenix aborda como tal la problemática del amor, partiendo desde el final de este hasta un nuevo comienzo poco convencional, pero que, como todo, contiene cierto grado de dificultad por la simple razón de ver a dos seres humanos tratando de conectar desde lo espiritual hasta lo físico, sin embargo, el filme además añade una actualización bastante acorde a la era digital por la que atravesamos incorporando la aparición de una inteligencia artificial lo suficientemente independiente para generar sentimientos y atracción por el ser humano y el conocimiento en general.
Si bien esta es una manera muy distinta de poner en perspectiva al amor romántico que como sociedad tanto idealizamos, la adición de una trama futurista, pero no demasiado distante en el tiempo, nos hace reflexionar sobre cómo llevamos las relaciones con las personas que tenemos al lado y qué tanto nos vemos absorbidos por lo que ahora creemos necesario y hasta vital.
Por: Jessica Castro
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