Ser periodista en estos días de tecnología y redes sociales es una profesión un tanto ingrata y poco reconocida, pues, a pesar de que no es algo nuevo, la gente sigue subestimando el arduo trabajo que un buen periodista lleva a cabo con tal de entregar productos de calidad que informen correctamente a la sociedad sobre sus múltiples problemáticas.
Eso sí, aunque muchos se hacen llamar periodistas, la realidad es que no todos lo son, para ello hay que ser muy objetivo y siempre tener como prioridad el transmitir de forma íntegra los datos que se obtienen mediante la investigación y el repaso continuo de un mismo argumento que sea de utilidad para otros, no importando los juicios que cada quien tenga, hacer periodismo se trata de sacar a la luz cualquier tema de relevancia nacional o mundial que requiera de difusión, incluso, para resolver conflictos globales.
Para celebrar el día del periodista, con una recomendación imperdible, esta semana en Umbral les traemos la reseña de Spotlight, la cinta ganadora como Mejor Película en la 88° entrega de los premios Oscar, misma que cuenta la historia de un equipo de periodistas que en el 2001 destapó un escándalo en donde la iglesia católica ocultó un buen número de casos de abuso sexual a menores cometidos por sacerdotes de Boston.
Esta investigación, además de valerles un premio Pulitzer por su dedicación y esmero por llegar al fondo de las cosas a pesar de poner su propia vida en peligro, los catapultó a ser reconocidos mundialmente por su servicio a la comunidad y temple para esperar el momento preciso para dar a conocer la información, pues la impotencia y desesperación debido a lo delicado de la situación puso al equipo en riesgo en múltiples ocasiones, sin embargo, la pasión por su trabajo y el interés por desenmascarar a los culpables públicamente los llevó a mantener la calma y hacer lo correcto hasta el final.
Contando con las actuaciones de Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, entre otros, Spotlight narra una historia verídica que, aunque pareciera de fantasía, demuestra una vez más que la maldad se encuentra en todos lados, pero los buenos siguen siendo mayoría.
Por: Jessica Castro
FB: Jess Castro
TW: @jessolely
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