Por Roger R.A.
El sábado, Colin Kaepernick (aquel hombre que condujo la ofensiva de los 49ers de San Franscisco al Super Bowl 47) tendrá una práctica privada donde podrá ser visto por las 32 franquicias y deducirán si el jugador de 32 años aún puede dar el nivel de la liga de fútbol americano profesional. El ex mariscal de campo, Colin Kaepernick es una incógnita que la NFL hoy en día tiene que atender… aunque no es algo que les quite el sueño.
El atleta dejó la NFL a finales de 2016 cuando él se arrodilló en la interpretación del himno estadounidense como protesta de la segregación racial y los negocios turbios que la liga poseía. Desde ese entonces, el hombre ha sido tachado por todos los directivos de los equipos como un revoltoso que no vale la pena tener en su roster.
Las habilidades de este deportista no se han puesto en duda jamás; es el quarterback con el touchdown más largo por carrera hecho en un Super Bowl, además que en su segundo año en el circuito le dio a la franquicia de los 49ers un Super Bowl, después de 18 años de no tocar el escenario élite del fútbol americano.
La práctica de Kaepernick se traduce en una pérdida de tiempo para la prensa especializada, debido a que nos encontramos en la semana 11 y en este punto, verle cualidades a un jugador no tiene sentido (a menos que tengan lesionados y necesiten de la posición con urgencia) porque los entrenadores en jefe piensan en los partidos siguientes, y en los rivales que pueden –o no- enfrentar en enero. Además el hecho de que no ha jugado un partido oficial desde hace tres temporadas hace preocupar a los posibles visores del talento.
Sin embargo, las franquicias con peor ranking en esta temporada como Cincinnati Bengals, Miami Dolphins, New York Jets, Washington Redskins, o Atlanta Falcons podrían considerar incluir a este habilidoso competidor en sus plantillas, solo si ven algo en Kaepernick y están dispuestos a sobrellevar una actitud supuestamente volátil en el vestidor y el campo.
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